El fenómeno de las colecciones de autitos está lejos de ser algo sudamericano. Hasta donde sé, nació con Altaya en España y Francia. Y es en Europa donde hace furor.
Especialmente llamativa resulta su extensión por Europa Oriental, donde al mismo tiempo están saliendo distintas series basadas principalmente en los autos de la era comunista, muchos de los cuales no existía a escala antes de ser reproducidos por Ixo para De Agostini. Y los modelos son 1/43, la escala correcta.
En esta ocasión les muestro los modelos que han salido en "Retroautók", la colección que aparece en los kioskos de Hungría. ¡Van más de 140, y contando! Ojalá pasara lo mismo acá con las series, como "Nuestros queridos autos"...
Cada uno cuesta 1.900 florines húngaros, que son justo como $4.500 pesos.
Aquí tenemos a una persona, no sé si sólo coleccionista o además parte de la editorial, mostrando sus modelos de Retroautók.
Especialmente llamativa resulta su extensión por Europa Oriental, donde al mismo tiempo están saliendo distintas series basadas principalmente en los autos de la era comunista, muchos de los cuales no existía a escala antes de ser reproducidos por Ixo para De Agostini. Y los modelos son 1/43, la escala correcta.
En esta ocasión les muestro los modelos que han salido en "Retroautók", la colección que aparece en los kioskos de Hungría. ¡Van más de 140, y contando! Ojalá pasara lo mismo acá con las series, como "Nuestros queridos autos"...
Mirar la selección de modelos sirve para maravillarnos con su variedad, pero también podríamos ilusionarnos con ver algunos de estos siendo parte de una colección para Chile. ¿Por qué no? Tenemos, por ejemplo, varios Lada, el Fiat 126, el Polonez, el Yugo, el Tavria, e incluso autos occidentales que vimos en Chile, como el Peugeot 404, el Escarabajo y la Citroën 2CV.
Cada uno cuesta 1.900 florines húngaros, que son justo como $4.500 pesos.
Aquí tenemos a una persona, no sé si sólo coleccionista o además parte de la editorial, mostrando sus modelos de Retroautók.